martes, 29 de diciembre de 2009

Desde Mar del Plata a Punta de Vacas por la Paz y la No-violencia.

La Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia ya recorrió todo el planeta con el objetivo de crear conciencia sobre la amenaza nuclear, y advirtiendo sobre la generalización de la violencia en todos los campos. La delegación marplatense que asistirá al acto de cierre en Mendoza partirá el viernes 1º de enero. Desde el 2 de octubre de 2009 comenzó el periplo en Wellington, Nueva Zelanda, y luego de atravesar más de 100 países en 90 días, llega a Punta de Vacas, en la provincia de Mendoza, Argentina, el 2 de enero de 2010. Medio centenar de personas hicieron el trayecto completo, miles se congregarán en la montaña mendocina, y millones se manifestaron en ciudades de los cinco continentes en los últimos tres meses. En este tiempo se han generado propuestas creativas en las escuelas, en los centros culturales, en los barrios, en los lugares de trabajo, promoviendo acciones positivas y solidarias para avanzar sin desmayo hasta lograr: . el desarme nuclear a nivel mundial, . el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados, . la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional, . la firma de tratados de no agresión entre países y . la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos. La Marcha Mundial fue recibida por Presidentes, Primeros Ministros, Parlamentarios, Gobernadores y Alcaldes, a los cuales se los interiorizó de los argumentos de la campaña y se sellaron acuerdos para articular políticas concretas. El Manifiesto de la Marcha. Uno de los documentos difundidos es la “Carta abierta de un ciudadano a los poderosos del mundo”, firmada por Rafael de la Rubia, que en su primer párrafo dice: “La violencia se ha instalado en la vida humana en todo el planeta y no hay forma de acabar con ella. No hay gobierno, ni ejército, ni religión, ni partido político, ni grupo económico capaz de derrotar la violencia en el mundo. No hay poder capaz de acabar con la violencia que crece día a día, infiltrándose en todas nuestras actividades y en nuestra intimidad. El poder destructivo de la violencia, que se está apoderando de la humanidad, es cada día más terrible y peligroso. Si la violencia sigue creciendo aceleradamente junto con su capacidad de destrucción, las consecuencias serán desastrosas…” Pero no es una visión apocalíptica, por el contrario, es un llamamiento al compromiso social: “Todos somos responsables de lo que está ocurriendo y tenemos que tomar una decisión en nuestro interior. O continuamos apoyando a nuestros gobiernos en su política armamentista, siempre justificada por el temor y la venganza, o unimos nuestra voz y nuestro sentimiento al de millones de seres humanos de distintas lenguas, razas, creencias y culturas para encender la conciencia humana con la luz de la No Violencia ”. Y muchos ya han tomado esa decisión: “Nos ponemos en marcha, recorriendo el planeta, para fortalecer la voz que clama por un mundo humano. Ya no podemos ver más sufrimiento en nuestros semejantes. Ya no queremos más guerras. Esas agresiones las sentimos en nosotros mismos. En nuestra conciencia se ha producido un cambio y no hay vuelta atrás. Es necesario desmantelar las armas de destrucción masiva así como reconvertir un sistema económico que produce pobreza, discriminación y muerte. Es necesario salvaguardar la vida para construir un mundo de iguales derechos y oportunidades para todos”. Así lo ha entendido este contingente humano que llega hasta el Centro de Estudios y Reflexión emplazado en el paraje Punta de Vacas, al pie del monte Aconcagua en la Cordillera de Los Andes: “No dejaremos que la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia pase desapercibida en nosotros, en nuestras familias, en nuestros pueblos y en nuestro mundo. Haremos crecer este impulso que nos comunica con lo mejor de nosotros, de cada uno, con lo mejor del ser humano. Somos miles, seremos millones y el mundo cambiará”. Una vez finalizada la Marcha comenzará un nuevo desafío: - darle continuidad a estas acciones, - vincular a quienes quieren impulsar proyectos que sirvan como efecto demostración para animar a otros, - elaborar programas de implementación estatal, - capacitar en herramientas educativas para la no-violencia, - propiciar la convergencia de culturas, - abrir canales de diálogo y comunicación, - concienciar sobre la responsabilidad social, - construir un gran movimiento mundial que visibilice claras referencias y simultáneamente se aplique al desarrollo local. Estas son las aspiraciones y la convocatoria para todos aquellos “enamorados” de la paz y la no-violencia. Jorge Nuñez (foto) Marcha Mundial en Mar del Plata. Tel. móvil (0223) 156-823072, E-mail: clubmoebius@hotmail.com

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