viernes, 25 de septiembre de 2009

El Presidente de Ecuador Rafael Correa Adhiere a la Marcha Mundial por la Paz y No violencia.

A través de una declaración pública difundida por televisión al pueblo ecuatoriano, el Presidente Rafael Correa dio a conocer su adhesión y apoyo a la movilización planetaria por la paz que llegará a Ecuador el 18 de diciembre próximo y cuya comitiva internacional será recibida en la Plaza Grande, “corazón de Quito” y testigo de los grandes hitos de la historia nacional. Ciudadanas y ciudadanos del mundo, ecuatorianas y ecuatorianos: Por mandato Constitucional el Ecuador es un territorio de paz y su suelo no puede ser usado para establecer bases militares extranjeras. Sus fuerzas armadas fundadas en los principios democráticos tienen la misión de proteger los derechos, las libertades y las garantías ciudadanas, así como defender la soberanía y la integridad territorial de la República. Por eso, en nombre del pueblo ecuatoriano y de mi gobierno me adhiero con la más absoluta convicción al clamor de millones de seres humanos, sin distinción de origen, condición étnica, lengua, creencia, cultura, edad ni género, que se identifican en la misma aspiración de un mundo de paz y que han tomado la iniciativa de elevar su voz y afirmar su presencia, en la primera Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. Este hecho, inédito en la historia, promovido por el Movimiento Humanista, se propone recorrer todas las calles y los caminos del mundo, para pedir a todas las potencias el completo desarme nuclear y que se proscriba la construcción y uso de las armas de destrucción masiva; el retiro inmediato de las tropas de cualquier país que se encuentren en territorios extranjeros contra la voluntad de los pueblos que los habitan; la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional; la firma de tratados de no agresión; la renuncia de los gobiernos a utilizar la fuerza o la amenaza de la misma para resolver los conflictos o imponer acciones que van en contra de la dignidad de los seres humanos, de su identidad, de su libre expresión, y el rechazo a toda forma de violencia, despertando al mismo tiempo la conciencia universal a favor de la paz. Mi gobierno, solidario con la voluntad unánime de América Latina, apoya esta propuesta evocando el memorable y fundamental acuerdo de Tlatelolco, mediante el cual nuestro continente se constituyó hace ya 40 años en la primera región del mundo, libre de armas nucleares. Más aún, nuestra vocación pacifista, nuestro convencimiento del valor absoluto de la paz nos ha llevado a poner en marcha un radical proceso de cambio bajo el mismo signo de la paz... Quiero finalmente hacer un llamado a todos los líderes políticos, sociales, culturales y religiosos del Ecuador, de la región andina, de toda nuestra América y a los de todas las latitudes del mundo, para demandar su adhesión y su apoyo a esta ejemplar iniciativa ciudadana, que ha provocado la primera movilización unánime de la humanidad y que esa marcha gigante repita, en un coro solidario el antiguo y siempre vigente poema de Rafael Alberti: Lo grito aquí: ¡Paz! Y lo grito llenas de llanto las mejillas ¡Paz, de pie! ¡Paz! ¡Paz, de rodillas! ¡Paz hasta el fin del infinito! No otra palabra, no otro acento ni otro temblor entre las manos ¡Paz solamente! ¡Paz, hermano! Amor y paz como sustento." Hasta la victoria, siempre, compañeros!

No hay comentarios:

Publicar un comentario